Los argentinos muchas veces creemos que esto de ver a los políticos peleándose en la televisión o discutiendo en lugar de arreglar las cosas del país es algo propio de nuestra nación. Sin embargo, basta con darnos una vuelta por el resto del mundo para entender que pasa en cualquier lugar, en todos los momentos, porque la política lleva intrínseca esa discusión. Y en buenos términos, en un debate abierto, social y entendible, sería algo incluso favorable. Pero no hablamos de eso. Las apariencias son sin duda lo más importa para los políticos, y está claro que su objetivo no es conseguir mejorar la vida de los demás, por más que lo digan. Es ganar votos, que les permitan ostentar el poder y seguir viviendo a cuerpo de rey, muchas veces en países donde la población pasa hambre. El sistema está construido de esta manera, y aunque hay veces que uno sueña con cambiarlo, esto se antoja casi utópico.
En México, por ejemplo, las disputas polémicas alcanzan el grado de polémicas prácticamente cada semana. Es un país complejo, en el que hay una gran diversidad de estamentos sociales tanto tradicionales como modernos, que pugnan por tener su cuota de poder. En el mismo país donde se amenaza a periodistas y jueces por parte de grupos armados podemos encontrar a mujeres transgénero en el Congreso de los Diputados, un avance enorme desde el punto de vista de la diversidad. En este sentido, la diputada María Clemente también se ha visto envuelta en una gran controversia, no tanto por su condición de mujer trans, sino más bien por el descubrimiento de unos vídeos pornográficos producidos por ella misma. Y es que la política asegura que siempre ha trabajado en ese sector, y que no puede vivir con el dinero que le paga el estado porque no es suficiente. El tabú del sexo como trabajo sigue muy vigente en nuestros días, y aunque la actividad de la diputada sea legal, muchos han afeado su conducta por considerarla “indecente”. La polémica está servida, porque dos temas tan peliagudos como la política y la pornografía ahora se dan la mano.
María Clemente, una diputada transgénero
María Clemente fue elegida como la primera diputada transgénero dentro del Congreso Federal en México, junto a su compañera Salma Liébano. Ambas son reconocidas activistas por los derechos LGTB+, una necesidad que se está imponiendo en un país muy tradicional como México. Llegar al Congreso ya ha sido un gran paso adelante para Clemente, que se presentó en 2021 por el Movimiento Regional Nacional, el partido de López Obradoe conocido como MORENA. Si bien durante estos meses su trabajo no había llamado excesivamente la atención, fue en estos días cuando su figura acaparó los focos de la prensa, al conocerse que graba videos pornográficos. La diputada salió al paso de este descubrimiento asumiendo su responsabilidad y reconociendo que ese era su trabajo, que era legal y estaba respaldado por los Derechos Humanos.
Su trabajo sexual
La diputada ofreció una rueda de prensa en el Congreso para hacer frente a los periodistas, que de manera irónica le preguntaban si era cierto lo que se decía de ella. Los vídeos dejaban lugar a pocas dudas, y mostraban a María Clemente en situaciones eróticas, desnuda e incluso practicando sexo delante de la cámara. Ella no dudo en reconocer que se dedicaba a la pornografía, incluso llegando a afirmar que su trabajo era ser puta y le pagaban por ello. Clemente defendió que la pornografía era legal y que llevaba toda su vida en ese trabajo. Ahora, como diputada, el sueldo que recibía no le parecía suficiente para poder salir adelante, y había tenido que continuar con ese trabajo. Como lo hacen muchos otros diputados, aseguró, solo que son abogados, médicos, procuradores…
La diferencia entre ella y el resto es que su trabajo tiene que ver con lo sexual, y es algo que muchos no pueden entender. Aunque en otros países ya hemos visto como modelos y actrices eróticas se han dedicado precisamente a la política por su gran fama, la historia de Clemente es distinta. Ella es una de las puntas de lanza de un movimiento que aboga por la diversidad sexual, por la consecución de los derechos para personas LGTB+. En su caso, ella misma ha asegurado que ha sufrido discriminación en muchas ocasiones por ser una mujer trans. El país todavía sigue anclado en un pensamiento bastante machista, y ahora se está denotando en estas noticias sobre lo que la diputada puede o no puede hacer. Ella se limita a contestar que su cuerpo es suyo, y que puede vivir de él si le apetece, sin rendirle cuentas al Estado. Pero, ¿es así del todo?
Una gran controversia en el país
Si bien la noticia no ha sido tan sorprendente, en el sentido de que la diputada nunca ha ocultado este tipo de vídeos, el terremoto provocado por su publicación ha dado mucho que hablar. Desde diversos medios de comunicación, sobre todo conservadores y afines a los partidos de la oposición, se ha pedido la dimisión inmediata de la diputada Clemente a raíz de estos vídeos. El argumento se basaba simplemente en que una política electa no debería llevar a cabo este tipo de trabajos, por considerarlos obscenos y vulgares. Se ponía en duda la propia rectitud y la apariencia del Congreso, que debe ser un ejemplo para todo el país. Los argumentos se quedan simplemente en algo moral, ético, que es importante en política, pero no determinante.
Y es que la diputada siempre ha defendido su derecho a trabajar respaldada con la legalidad, y haciendo con su cuerpo lo que desee. ¿Es tan grave grabar pornografía? Para algunos sí que lo es, porque supone algo absolutamente insólito en una política. Sin embargo, las nuevas libertades sexuales también se abren a este tipo de trabajos. Onlyfans, la plataforma erótica de más éxito, cuenta cada vez con más personas anónimas que suben sus vídeos para ganar mucho dinero. El sexo vende, eso es algo que hemos podido comprobar desde hace tiempo, y está claro que no es lo mismo ser actriz porno que abogada. Pero lo que defiende Clemente es que ella tiene derecho a trabajar más allá del Estado, en cualquier cosa que le apetezca, sin que eso redunde en la valía de su trabajo como diputada.
Vídeos en redes sociales
Los vídeos de María Clemente se han compartido por toda la Internet en los últimos días, provocando miles de comentarios. La mayoría, por desgracia, parecen de otro tiempo, aludiendo más a su condición de transgénero que al contenido de los propios vídeos. Es donde se demuestra también el tipo de ambiente social que existe en México, con respecto a las personas trans y en global, al colectivo LGTB+. En este sentido, las redes sociales han sido el campo de batalla para defensores y detractores de la propia diputada, que por ahora no tiene intención alguna de renunciar, aunque podría verse obligada hacerlo si su partido se lo ordena. Las noticias no paran de llegar desde México, en un caso que seguro que va a seguir dando mucho que hablar.